¿Cómo construir o fortalecer el vínculo afectivo de una pareja cuando estamos en medio de un conflicto? El principal problema que tendremos que enfrentar es nuestro estado de ánimo, pues cuando estamos en medio de un problema es posible que pensemos con poca claridad y con menos flexibilidad de lo que somos capaces habitualmente.
En el punto de los acuerdos rígidos y las culpas expuse una herramienta muy útil para que logremos hacerlo, pues comenzar la conversación desde “yo quiero vivir contigo por…” es muy probable que nos cambie de lugar anímico. Además, hemos sugerido que es preferible hacer una cita con nuestra pareja cuando queremos conversar el problema que nos ocupa, eso también logra que cuando llegue el día y la hora que establecimos ya haya cambiado nuestro sentir.
Esa idea la podemos generalizar y exponerla como el tema de la auto regulación de las emociones como elemento central de la inteligencia emocional. En los últimos 30 años se desarrollaron distintos modelos con este enfoque, en general se pueden agrupar en dos grandes categorías: los modelos de habilidad y los modelos mixtos.
Los modelos de habilidad son aquellos que se centran en las habilidades mentales que permiten utilizar la información que nos proporcionan las emociones para mejorar el procesamiento cognitivo y los modelos mixtos son los que combinan o mezclan habilidades mentales con rasgos estables de comportamiento y variables de personalidad.
El desarrollo de la inteligencia emocional, por un lado, incrementa el bienestar de las personas, y por otro, les ayuda a afrontar de forma más adaptativa, situaciones difíciles incrementando la probabilidad de que lleguen a los objetivos que se proponen.
Estas habilidades han mostrado sus efectos positivos para la mejora de diferentes dominios de funcionamiento personal, social y laboral de las personas. Se ha confirmado que altas destrezas de regulación emocional están vinculadas a una mejor calidad en las relaciones sociales y bienestar subjetivo.
Es importante a qué concepto me refiero cuando hablo de inteligencia emocional:
La definición de inteligencia emocional que Salovey y Mayer expresan en el modelo de “habilidades” se enfoca exclusivamente en los procesos mentales implicados en la percepción y posterior racionalización de la información generada por las emociones. Simplemente las personas inteligentes emocionalmente eran buenas para identificar y manejar información emocional.
Hace 22 años Daniel Coleman (se separa de Salovey y Mayer) vendió la idea de que el éxito, la felicidad y la personalidad era poseer un alto CE (coeficiente emocional) y no las habilidades cognitivas que mide el IQ. Asegura que cualquier persona puede desarrollar y perfeccionar sus aptitudes emocionales. Esto se une rápidamente a la idea de que el corazón es más sabio que la cabeza.
En las empresas la IE se ha convertido en una “ciencia aspiracional”. Se trata de la consciencia de uno mismo, los valores y la sensibilidad interpersonal y esto será la clave para alcanzar tus ambiciones profesionales. En estudios de investigación se demostró que la relación entre el CE y los logros profesionales era ínfima. Aceptar que la IE nos lleva al éxito es lo mismo que aceptar “que los buenos y valientes son también bellos y galanes” de Hollywood.
Es cierto que funciona como un mecanismo adaptativo, aunque no necesariamente quiere decir que es consecuencia de una conducta inteligente, puede surgir del instinto y no de la consciencia. No existen pruebas que ratifiquen correlación entre ellas. Pero si desarrollas una buena inteligencia emocional podrás convertirte en el empleado modelo de cualquier jefe o en un ciudadano obediente para las grandes corporaciones. Pues se produce un proceso de socialización más que en un empoderamiento personal.
Con frecuencia, los grandes pensadores son excéntricos y no adaptados. Sus altos niveles de inteligencia se manifiestan a través del pensamiento divergente que desafía la ortodoxia social. Parece que las personas que hacen grandes aportes a la humanidad carecen de esas características, que viven en el margen.
Gross y John (2003). afirman que las estrategias de regulación emocional se pueden clasificar en función del momento en el que se ponen en funcionamiento dentro del proceso emocional. Plantean dos tipos de momentos:
- el enfoque previo a la emoción, proceso cognitivo donde se daría una reevaluación o nueva interpretación de la situación y
- el enfoque dirigido a la respuesta emocional, proceso de manejo de las emociones ya existentes (Gross, 1998).
En cada una de las etapas se pueden aplicar criterios y herramientas para realizar una reflexión y elegir con el mayor nivel de consciencia posible cuál es la alternativa que llevará a la persona hacia dónde quiere ir.
La idea nunca será proponer una dirección en especial, sino más bien ofrecer el desarrollo de recursos y habilidades específicas en cada nivel, para que el individuo tome consciencia de todas las operaciones que hacemos a nivel implícito (fuera del proceso consciente la mayoría de las veces) para lograr comportarnos como lo hacemos y cuyas consecuencias son a veces poco gratas o insatisfactorias. Lo cual, si esas decisiones las tomamos después de una reflexión con recursos y herramientas específicas y por lo tanto, explícitamente, el resultado de nuestra conducta dejará de ser “más de lo mismo”… “pero peor”.
Mi experiencia clínica me da un resultado o modelo adicional: el de la consciencia corporal, además del enfoque previo a la emoción y el dirigido a la respuesta, puede ser factible entrenar uno intermedio:
Cuando sucede un evento afuera, en el contexto, o interno, imaginado o recordado, donde se siente primero el impacto, es en el cuerpo, cambia la fisiología. Si se entrena a la persona a aumentar su sensibilidad respecto a lo que siente su cuerpo, existe la posibilidad de que él se re-encuadre y tome otras decisiones.
Esto me ha sido especialmente útil para los casos de violencia y de adicción, en especial sexual, donde una vez que la compulsión se presenta, el individuo lo detecta y logra canalizar ese impulso hacia otro objetivo.
Este enfoque tiene una explicación desde la neurosicología, si asumimos que:
- las experiencias de alto contenido emocional quedan gravadas en la amígdala (parte central del cerebro), y permanecerán en ese nivel durante nuestra vida, y que, además,
- condicionarán las interpretaciones que realizamos ante cualquier experiencia hasta que atendamos ese recuerdo y se elabore una elaboración diferente,
- que esa interpretación generará inmediatamente la producción de neurotrasmisores y hormonas específicas
- que al fluir por nuestro torrente sanguíneo le pondremos el nombre de la respuesta emocional asociada
- entonces podremos coincidir que la primera interpretación y por lo tanto la emoción asociada, será la más dolorosa o incómoda porque provendrá de esos primeros recuerdos que tuvieron alto impacto en nuestra historia de vida, y que
- entrenándonos a detectar el síntoma corporal que produce esa interpretación, podremos demorar la respuesta y buscar una segundo o tercera interpretación, lo cual modificará nuestra conducta y por tanto, las consecuencias de las mismas.
Por ejemplo: David, hombre de 40 años, casado, 2 hijos, clase media alta, católico, con una muy buena relación con su esposa y familia nuclear, cabeza de negocios de la familia de origen, sobrecargado de obligaciones económicas-financieras-afectivas, (“el protector”), la mayoría de las tardes, y a veces también por la mañana y al medio día, sentía la compulsión de ir a un Spa de masajes con final feliz, esto lo angustiaba mucho, entraba en culpas y se sentía una mala persona.
El primer paso fue desenfocar el problema de lo que él llamaba “adicción”, nos concentramos en el momento anterior que aparecía la compulsión, encontró denominadores comunes: sobrecarga, injusticia, aburrimiento, soledad, etc. (comenzó a llevar una especie de bitácora) se comenzó a sentir responsable de lo que “le pasaba” (como ajeno a él). Resumiendo: Esto significó una reducción importante del impulso, empezó a encontrarle un sentido, modificó todas sus condiciones de trabajo y su lugar en la familia de origen, comenzó a dedicarle mucha más atención a su relación de pareja (la esposa colaboró sin enterarse de lo que a él le pasaba) y con sus hijos. …Luego estando muy atento a los síntomas en su cuerpo, cuando aparecía el impulso (en vez de ser su esclavo) lo convertía en una propuesta “simpática” con su esposa. Mejoró su calidad de vida en general y se sintió cómodo con él mismo.
En este, como en otros varios casos, creo que funcionaron los tres momentos: el previo a la emoción (proceso cognitivo donde se daría una reevaluación o nueva interpretación de la situación), el enfoque dirigido a la respuesta emocional (proceso de manejo de las emociones ya existentes) (Gross, 1998) y el intermedio, el del entrenamiento en el aumento de la sensibilidad cuando ya se desató la interpretación y por lo tanto los neurotrasmisores están en el torrente sanguíneo, pero la persona lo detecta antes de la conducta, lo resignifica, vuelve a decidir, y cambia la conducta.
Entre las conclusiones a las que aborda La escala que proponen Gross y John (2003) son: “Aquellas personas que expresan y comunican sus estados emocionales podrían llegar a una mayor claridad emocional, ya que el hecho de verbalizar lo que sienten puede ayudarles a confrontar sus propias emociones, ofreciéndoles la oportunidad de obtener diferentes puntos de vista sobre sus estados emocionales. Por tanto, ocurriría lo contrario en el caso de aquellas personas que utilicen la supresión como estrategia de regulación emocional”.
Cuando hablamos de expresión y comunicación emocional nunca nos estaremos refiriendo al desahogo impulsivo. Es decir,
Desde los años ´60 a la represión de las emociones se les adjudica diversos problemas físicos y psicológicos, el consenso es que esto es malo. Y hay cierta predilección por las personas que carecen de filtros emocionales (reality shows). Se han realizado muchas investigaciones que aprueban esta idea del efecto nocivo del estrés crónico sobre el sistema inmunológico y por lo tanto sobre la salud física del ser humano.
También es cierto lo contrario, Japón es uno de los países con mayor salud física del mundo y es una cultura basada en la colectividad y que promueve la supresión de ciertas emociones. Demasiada expresión individual y autoafirmación sería contraproducente para la sobrevivencia del equipo.
Se dice que es importante expresar la ira, no reprimirla. Sin embargo, estudios e investigaciones demuestran que expresar la ira no reduce la tendencia a la agresividad, sino al contrario, la agrava. Otros estudios concluyen que expresar libremente una emoción a través de señales visible la intensifica. De acuerdo a esto, si estamos expresando alegría o amor pareciera que estarían fortaleciéndose, pero si son emociones como enojo, envidia, desprecio, la decisión de expresarlas libremente pareciera poco inteligente. Pues la expresión misma de las emociones condiciona la manera en que las vivimos.
Nosotros y la sociedad manipulamos a voluntad nuestra vida emocional. Nuestra elección de sentimientos es más consciente de lo que pensamos. Podemos reconocer y expresar emociones, y también poner atención a aquellas represiones que perjudican nuestra salud. Sin embargo, una convivencia armoniosa y civilizada depende de que hagamos una elección inteligente, individual y colectiva de los sentimientos que fomentamos. Hay una diferencia entre reconocer y aceptar nuestra gama emocional y expresarlas sin medida a la menor provocación. Debemos ser conscientes del impacto que puede tener su manifestación. Hay que distinguir entre la expresividad emocional y la incontinencia emocional.
En este modelo (Gross, 1998) describe cinco puntos en los que las personas pueden intervenir para modificar el curso de la generación de emociones, esto es, autorregularse emocionalmente.
Los cinco elementos de este modelo serían:
1. Selección de la situación: Se refiere a la aproximación o evitación de cierta gente, lugares u objetos con el objetivo de influenciar las propias emociones. Esto se produce ante cualquier selección que hacemos en la que está presente un impacto emocional.
2. Modificación de la situación: Una vez seleccionada, la persona se puede adaptar para modificar su impacto emocional, lo cual podría verse también como una estrategia de afrontamiento centrada en el problema. Pensamiento positivo.
3. Despliegue atencional: La atención puede ayudar a la persona a elegir en qué aspecto de la situación se centrará (distraernos si la conversación nos aburre o tratar de pensar en otra cosa cuando nos preocupa algo)
4. Cambio cognitivo: Se refiere a cuál de los posibles significados elegimos de una situación. Esto es lo que podría llevar al re-encuadre y sería el fundamento de terapias psicológicas como la reestructuración cognitiva. El significado es esencial, ya que determina las tendencias de respuesta.
5. Modulación de la respuesta: La modulación de la respuesta se refiere a influenciar estas tendencias de acción una vez que se han elicitado, por ejemplo, inhibiendo la expresión emocional. La inhibición o excitación de estas respuestas se hará a diferentes niveles.
Como se aprecia en el modelo, las cuatro primeras estrategias estarían centradas en los antecedentes, mientras que la última de ellas estaría centrada en la respuesta emocional.
Se ha escrito mucho sobre las posibles consecuencias a varios niveles de la autorregulación emocional. Gross (2002) señala que las estrategias de reencuadre o restructuración son a menudo más efectivos que la supresión emocional. El reencuadre reduce la experiencia emocional y también la expresión conductual, mientras que la supresión reduce la expresión, pero falla en reducir la experiencia emocional.
Por otra parte, existe abundante literatura que indicaría que la supresión podría estar afectando a la salud física (depresión del sistema inmune, mayor riesgo coronario, progresión del cáncer, etc.), y en definitiva que las consecuencias de las estrategias centradas en los antecedentes, serían preferibles en este sentido a las centradas en la respuesta (Barret y Gross, 2001).
Las implicaciones para la inteligencia emocional de este modelo son no solo determinar los mecanismos por lo que se produce la autorregulación emocional, sino que es el primer paso para dilucidar qué tipo de mecanismos están implicados en la inteligencia emocional y que tipo de consecuencias tienen a nivel cognitivo, afectivo, social y fisiológico.
En mi experiencia clínica, cuando se decide (de acuerdo al tratamiento que se haya diseñado) brindarle a la persona que nos consulta, reflexiones, criterios y herramientas para la auto-regulación emocional, desde una epistemología libre de juicios, deberes u obligaciones, desde la empatía y el respeto a su sabiduría interna, y donde todo malestar o incomodidad (dolor, enojo, ira, sufrimientos, dudas, confusiones, etc.) puede ser transformado en crecimiento, sabiduría o evolución humana, las “consecuencias a nivel cognitivo, afectivo, social y fisiológico” se adecúan al momento y circunstancia que la persona desea manejar para aportar congruencia y bienestar a su vida.
En la clínica surgen otras preguntas: ¿Por qué si existen muchas interpretaciones distintas para cada evento, siempre elegimos la que más nos incomoda (duele, enoja, entristece, etc.)?
Porque la vida es perfecta, porque lo que sentimos que está “bien” difícilmente se decide cambiar, porque la evolución de nuestra consciencia, de nuestro ir haciéndonos adultos, de desarrollar nuestras habilidades, recursos… para llegar adonde decimos que queremos ir, para construir nuestro futuro; en fin, nuestra ciencia y tecnología, etc. generalmente se motiva a partir de la duda, la confusión, el error, el dolor, etc. entonces, podemos decir que todo dolor es una oportunidad para volver a reflexionar y realizar los cambios que queremos hacer para mejorar la calidad de vida según la vayamos definiendo.
La regulación emocional nos permite cambiar esas decisiones “automáticas” por aquellas que creamos convenientes, en el sentido de poder elegir la interpretación que nos lleve adonde queremos ir. Las interpretaciones son nuestras y podemos inventar tantas diferentes como queramos. Las conductas siempre tienen consecuencias, tanto en nosotros mismos como individuos, como en las relaciones con los demás.
Las emociones se las puede asumir como una especie de “correo interno” que nos comunica qué tenemos dentro de nuestro “software personal” o sistema de creencias y que ni siquiera estamos conscientes de ello, ni sabemos a “quien se las compramos”, si les eran útiles y para qué, ni desde cuándo, etc. Si nos entrenamos a utilizarlas para enterarnos a partir de cuáles ideas logramos interpretar lo que interpretamos de esa realidad que “vemos”, entonces podremos definir si esas creencias nos llevan, en el presente, hacia donde queremos llegar.
Al regular emociones, nos adaptamos. La emoción tiene regulación interna y externa. A veces se dispara automáticamente como cuando vemos una serpiente. Otras aparecen después de realizar un análisis de significado. En cada caso, la evaluación será asociada a conductas, experiencias, y tendencias de respuesta emocional, fisiológica, sesgadas por como percibimos retos y oportunidades. Algunas de estas respuestas automáticas nos funcionan bien en ocasiones. Aunque a veces estas mismas nos ocasionan más daño que bienestar, ya sea por un malentendido de la situación o porque la solución sea poco sensible a la situación.
La reevaluación, reestructuración o resignificación significa: “Manejo mis emociones, cambiando la manera en la que pienso sobre la situación donde me encuentro”. En cambio, la supresión es “Controlo mis emociones al no expresarlas”.
Las consecuencias afectivas de la regulación emocional fueron que, a mayor represión, mayor experiencia de sentir emociones negativas. La reestructuración en cambio estaba siendo asociada con una mayor experiencia y expresión de la emoción positiva.
A nivel de las consecuencias sociales de la regulación emocional se encontró que al interactuar con un compañero que mostraba poca respuesta emocional, activa la fisiología del otro más aún que mostrando mayor expresión de la emoción. La represión está asociada a un apoyo social pobre y a pocas habilidades para enfrentar dificultades. Los individuos que usan reestructuración o re-significación son más queridos por sus pares.
Nada tiene de malo ni de bueno una emoción, pero como se transforman en conducta, simplemente a veces sirven para lograr lo que queremos y otras veces nos llevan en otras direcciones que suelen ser desagradables. Pensar en entrenarnos a Regularlas en ningún momento implica negarlas o rechazarlas, simplemente nos hacemos conscientes de ellas y de qué interpretación provienen, decidimos si ella es la adecuada en base a visualizar las consecuencias y si pretendemos que preferimos otra, entonces inventamos interpretaciones alternativas y utilizando la libertad más importante que tiene el ser humano: “elegir lo que piensa”, elegimos aquella interpretación que sea adecuada a nuestros objetivos.
Para poder utilizar esa libertad, debemos tener un criterio de selección entre las diversas interpretaciones que inventemos, y puede ser siempre el mismo: elegiremos aquella interpretación que nos lleve hacia donde queremos llegar.
Por ejemplo, en los casos en que la interpretación fue que estamos siendo agredidos, la emoción asociada será de ira y de la necesidad de defendernos, entonces primero se sienten todos los cambios que sufre el cuerpo, (los músculos se tensan, aumenta la temperatura y el ritmo cardíaco, etc.), si en ese momento “paramos el pensamiento” y evaluamos, es probable que podamos evitar consecuencias muy desagradables. Si en ese momento es posible hacer una pregunta tal cómo “¿Tu intensión es agredirme?” entonces es probable que podamos cambiar nuestro estado de ánimo y elegir los resultados que mejor nos parezcan.
El siguiente cuadro resume todo lo expuesto:
Regulación emocional |
Centrada en los ANTECEDENTES |
Centrada en la RESPUESTA |
|||
ETAPA de la situación |
1.Selección de la Situación |
2.Modificación de la Situación |
3.Despliegue Atencional |
4.Cambios Cognitivos |
Modulación de la Respuesta (+ ó -) |
RE-ESTRUCTURACIÓN |
SUPRESIÓN |
||||
Aproximación o evitación |
Estrategia de afrontamiento |
Elige el aspecto de la situación |
Elección de los posibles significados |
Cuando la conduta se centra en la respuesta tendrá consecuencias en los distintos niveles de la vida de la persona:
En el individuo: Problemas cognitivos, afectivos, fisiológicos, y sociales
En la relación de pareja: Problemas en la comunicación, conflictos y alejamiento afectivo
En la sexualidad: Evitación (a veces compulsión) de las relaciones sexuales.
Publicada en Flasses