Después de una infidelidad ya nada volverá a ser igual que antes. Se vive como una traición al modelo sexual elegido, muchas veces de manera implícita, pues no se conversa sobre este tema.
También se dan traiciones a nivel económico y suelen ser equivalentes en el nivel del daño que le hacen a la relación de pareja.
Cuando la pareja decide institucionalizar su unión a través del trámite legal del matrimonio desde la inconsciencia de “así es la vida” o “toda pareja seria evoluciona hacia el casamiento, la casa propia (la camioneta y la mascota), los hijos y la familia”, es muy frecuente que ambos piensen que el otro está imaginando lo mismo que él para el futuro compartido y también que la promesa de exclusividad físico-erótica y afectiva es recíproca.
Mientras la mujer está segura que su marido nunca más va a mirar a otra mujer, el hombre tiene un poco más de permiso social, aunque encubierto, de que si las circunstancias lo obligan tendrá que “echarse una canita al aire” en tanto ni se entere, ni sospeche su esposa.
Hay parejas que logran reprimir todos o casi todos los deseos de mirar a otra persona. En estos casos, habría que investigar cuáles son las consecuencias a largo plazo en el vínculo afectivo y en el individuo. Podríamos decir que dejar de hacerlo sólo por represión es triste, aun cuando existen maneras más constructivas de lograrlo.
En cualquiera de los casos sucede que el otro se entera. Hoy más que nunca llegan parejas a mi consultorio porque uno de ellos miró el celular o el correo electrónico o el facebook del otro y descubrió la traición. Independientemente de la respuesta del que se encuentra al descubierto, lo cierto es que la persona que decidió indagar encontró lo que estaba buscando; es decir, ya lo sabía pero prefería negarlo hasta que no pudo más; y entonces todas las ilusiones y expectativas que tenía de su compromiso de matrimonio se hacen trizas, se queda destrozada y, al mismo tiempo, helada.
Aquí aparecen dos tipo de dolores, el primero es que se casó con una persona, durmió con ella muchos días, tal vez años, y ahora siente que no sabe quién es, que se quedó sin un otro a quien querer, que ya nunca va a poder confiar en nadie, que nada tiene, ni tuvo sentido. La desolación es infinita, es un dolor que le atraviesa toda la vida.
El segundo dolor, interno y tal vez más profundo, es que también deja de confiar en su propia percepción de la realidad, “soy una estúpida, cómo no me di cuenta antes”, se le llena la cabeza y el alma de miles de preguntas que intentará arrancarle al otro y que, independientemente de lo que le conteste, nunca quedará satisfecha. La fantasía es que si le dolió por lo que el otro hizo, es él el que debe mitigar ese dolor. Pero esto es imposible.
¿Cuáles son los sentimientos que se modifican?
- La imagen y concepto de la otra persona.
- La confianza en el vínculo entre ambos.
- La confianza en su propia percepción de la realidad.
¿Existe alguna posibilidad de superar la infidelidad?
Si pensamos que el matrimonio es una institución que se establece a través de un contrato social que se firma a nivel público, que regula y define las relaciones que son válidas para ese orden social y que sus cláusulas son más o menos difusas, complejas y generalmente desconocidas por los amantes en el momento que lo firman, nos tendría que extrañar muy poco que las traiciones se ejecutan en distintos campos. Generalmente se utiliza para nombrar las infidelidades en el de la sexualidad, con lo cual estaríamos hablando de adulterio; si además se oculta para que el otro no se entere, entonces estamos frente a un engaño y si además se niega, hablaríamos de mentiras; si la traición está en el ámbito del dinero, le llamaríamos estafa o robo; si es en el área de la paternidad estaríamos hablando de abandono, de irresponsabilidad, de delito, entre otros.
Lo cierto es que las traiciones destruyen el vínculo afectivo, las vidas de varias personas y el dolor tarda todo un proceso en desaparecer y convertirse en crecimiento para ambas partes de manera independiente.
Cada miembro de la relación de pareja tendrá que sanar sus propias heridas y reflexionar acerca de los precios que hay que pagar para lograr que una relación monógama sea factible.
Si es factible, pero sólo si ambos y de manera independiente reflexionan sobre:
- El concepto de Amor y de
- Relación de pareja amoroso-erótica que quieren para su vida.
- La diferencia entre los enamoramientos y el amor como decisión.
- Las diferencias en las creencias culturales, institucionales y religiosas que existen de acuerdo al género. Para el varón y para la mujer.
- Los orígenes del concepto y de los reglamentos de la monogamia según el género.
- Las características de un acuerdo de relación sexual monogámica biunívoca.
- Los precios que deben pagar para lograr ese tipo de acuerdo. Tales como el Principio de realidad de cómo funciona nuestro cerebro, el Efecto dopamínico de la llamada pasión y cómo desarrollar el Derecho a ejercer el placer de vivir, entre otros.
- Que un acuerdo nunca es una negociación, sino la convicción de que cada uno expuso y tiene lo que en realidad es nutritivo para sí mismo. Para que de esta manera se pueda respetar el acuerdo en el largo plazo por ambas partes. A sabienda que se debe modificar cuando una de las partes se sienta incómoda.
- Que si una de las partes “perdona” al otro, todo lo que sigue es peor. El que traicionó está aceptando que pagará su “deuda” cada vez que la otra persona lo requiera, y el traicionado adquirirá una posición de superioridad moral y sufrimiento porque seguirá esperando que “si sucedió una vez ¿porqué no volvería a pasar?” y entonces incrementará los sistemas de controles, las dudas, los miedos, disminuirá la intimidad y el deseo de las relaciones sexuales, entre otros síntomas. Solo podrán construir una relación miserable que sólo les servirá para sufrir.
- Tendrán que reflexionar acerca de cuáles son los Valores, Intereses y Deseos de cada una de las partes de la relación de pareja en esta nueva etapa de su vida.
- Cómo ama y cómo se siente amado, es decir, su oferta y demanda de amor y entonces medir la nueva compatibilidad o no, entre ambas personas para construir en el mediano y largo plazo en relación de pareja.
- Para ello es central la consolidación de la autoimagen, el autoconcepto y el autoconocimiento personal con una idea clara de los requisitos necesarios para respetar lo que cada quien logró definir como sus proyectos personales y su calidad de vida.
Siempre habrá que distinguir entre infidelidades, traiciones y deshonestidades, para poder repensar si la persona a la que estábamos unidas eligió un nuevo sistema de valores que nos resulte adecuado para la calidad de vida que deseamos tener en el futuro y en el presente continuo.
Si después de este proceso individual de cada una de las partes, se vuelven a encontrar desde esa nueva mujer y ese nuevo hombre, y vuelven a coincidir, entonces tal vez la relación de pareja se reinicie bajo otros acuerdos para construir un vínculo adecuado a este nuevo nivel de consciencia humana.